viernes, 15 de octubre de 2010

GOLEADORAS: Estereotipos,mitos y discriminación sexual en torno a la mujer deportista

Continuando con mi sección GOLEADORAS, la segunda entrada en vez de una entrevista va a ser una colaboración especial. Os voy a dejar un artículo escrito por Cristina J.P., una barcelonesa sensible con la causa que nos va a contar algunos de los estereotipos, mitos y discriminación sexual que existen en torno a la mujer deportista y contra los que todavía seguimos luchando.

Cristina va a explicarnos cuáles son algunas de esas falsas creencias y a desmontarnos con argumentos el por qué algunos de esos pensamientos no tienen ningún tipo de veracidad. Desde aquí quiero darle las gracias por su colaboración y por permitirme publicar esto en mi blog. Sin más dilaciones aquí os dejo su artículo:


Por Cristina J.P.
Tradicionalmente, el mundo del deporte ha sido patrimonio de los hombres. A lo largo de los siglos ha sido un campo dónde se han manifestado estereotipos y prejuicios que han limitado la participación de las mujeres que, en el caso de producirse, ha sido siempre condicionada por una serie de mitos y falsas leyendas.
La pervivencia de estos mitos han contribuido a mantener, no sólo las pautas de desigualdad, sino también de discriminación.
El mito más extendido, el de raíz biológica, afirma que las mujeres nunca conseguirán lo que los hombres porque su constitución limita su rendimiento deportivo, pero la evolución de los resultados deportivos demuestra todo lo contrario (por ejemplo, si la diferencia en el récord de los 100 metros era, en el 1927, de 1'9 segundos entre hombres y mujeres, en el 1988 sólo era de 0'66 segundos).
Otro de los mitos en torno a la mujer deportista dice que los resultados de éstas bajan durante el ciclo menstrual. Esto también se desmiente cuando las atletas niegan que las influya de manera especial, es más, al contrario, las marcas de muchas deportistas son indiferentes en el ciclo menstrual que en el resto del periodo. Y, además, hace falta remarcar que las mujeres que se entrenan sufren menos dolores menstruales y tienen un ciclo más regular que las mujeres que no practican deporte.
También se dice que el embarazo influye negativamente en las deportistas, pero la historia olímpica nos nutre de casos que lo contradicen. Muchas mujeres han obtenido galardones después de haber tenido uno o más hijos, incluso se ha demostrado que, en el parto, las mujeres deportistas tienen menos complicaciones. 


Se ha dicho que a la mayoría de las mujeres no les interesa el deporte y que, si les interesa, no lo ejecutan bien (por lo tanto, no se les debe tomar seriamente y no tiene sentido que se dediquen a él). También se ha afirmado que “los deportes de contacto no son dignos de ninguna mujer que se respete a sí misma” y que “las deportistas son necesariamente lesbianas”.
Se ha asegurado que las actividades deportivas comprometían las funciones reproductoras de la mujer, perjudicando su salud. Se han empleado argumentos poéticos y mitológicos de manera ambigua, en habla de las amazonas desprovistas de feminidad y de las atletas sometidas a tratamientos con esteroides. De esta manera, el argumento según el cual el deporte masculiniza el cuerpo femenino se ha extendido mucho.
El propio discurso del género proyecta un modelo de feminidad asociado con una serie de características supuestamente femeninas, como la delicadeza y la fragilidad corporal, la pasividad, la dependencia y la emotividad (estas características eran contrarias a las supuestamente masculinas encarnadas en los deportes). Se dice que al interiorizar esta creencia, las propias mujeres podían sufrir un conflicto de en el caso de participar en prácticas deportivas, resultado de la incompatibilidad de éstas con el modelo tradicional de conducta y de estética femenina.
Es en este marco debemos hablar de la homofobia presente en el deporte, que a menudo acontece un obstáculo para la integración de muchas mujeres en las carreras deportivas. A pesar de ser un hecho comprobado que la orientación sexual no tiene nada a ver con las capacidades atléticas, el tópico que asegura el lesbianismo de las deportistas está muy extendido. Muchas deportistas heterosexuales tienen miedo a que se las tilde de lesbianas, incluso llegan a abandonar sus carreras deportivas por esto. Muchos padres de atletas temen que el deporte influya en sus hijas y se “conviertan en lesbianas”. Muchas mujeres homosexuales adoptan una imagen heterosexual por miedo a perder sus patrocinadores... En fin, la homofobia en el deporte no sólo comporta la discriminación de las mujeres lesbianas, sino que perpetúa el estereotipo de que los deportes no son femeninos, sino que al contrario, masculinizan a la mujer.

La discriminación también se extiende al tema económico (los premios, salarios o ayudas/becas, las mujeres deportistas reciben menos y son de menor cuantía que las dirigidas a sus colegas masculinos). En la misma línea, hace falta decir que encontramos muy pocas mujeres en cargos directivos o de gestión deportiva.
También destaca la discriminación infrastructural: a los equipos femeninos se les adjudican los peores equipamientos e instalaciones. Hace falta decir que el acceso de las deportistas a los medios de comunicación también se acontece más difícil.
Estamos en pleno siglo XXI y la lucha sigue.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El 7 de España

Me había prometido no opinar sobre este asunto, pero al final no he podido evitarlo. Ayer David Villa en el partido contra Escocia abrió el marcador mediante un penalti poniendo fin a los rumores que había sobre su ansiedad. Con ese gol igualó a Raúl como máximo goleador de la Selección Española teniendo ambos en su haber 44 tantos.

Inmediatamente después de ese momento en diversas tertulias deportivas, foros y redes sociales se disparó el debate y un cruce de acusaciones entre dos extraños bandos surgió. ¿Quién es el 7 de España? ¿Ha acabado Villa con el mito de Raúl? Múltiples respuestas a estas preguntas corrían a un lado y otro de la red y de nuestras pantallas en una supuesta lucha en la que lo importante parecía ser tirar por tierra a uno de los dos protagonistas.

Ante esto me surgió una pregunta…¿por qué nos empeñamos siempre en dividir? En vez de alegrarnos porque dos de nuestros jugadores han batido un record impresionante nos dedicamos a desmerecer a uno y otro simplemente por buscar algo de lo que discutir.

Raúl ha sido y será un mito del fútbol español. Personalmente ante este jugador no puedo ser todo lo objetiva que quisiera, pero en mi opinión Raúl ayudó a cambiar la historia de España. Su generación es la que empezó a sembrar lo que en estos últimos años hemos recogido, y que quizás, si cierto árbitro no se hubiera cruzado en nuestro camino en aquel partido ante Korea, lo hubiéramos podido saborear mucho antes.

En su época él fue el 7 de España, pero el tiempo avanza y hay que saber pasar página. Raúl FUE, mientras que Villa ahora ES. David recogió el testigo de Raúl y con sus goles, su magia, y su lucha nos ha ayudado a conseguir los títulos con los que siempre soñamos. Villa es nuestro presente y nuestro actual 7 de España, y ha conseguido una hazaña tan grande cómo la que en su día logró Raúl. Ese gol que ayer llegó de penalti no hace que la leyenda de Raúl empequeñezca, sino que lo que ocasiona es que nos demos cuenta de que hemos tenido mucha suerte y que a pesar de que ya no lo tenemos, poseemos a otro jugador que está siendo tan importante como él lo fue. Villa no ha enterrado un mito, sino que él ha logrado entrar también en la leyenda.

No queramos poner muros al mar. El Olimpo es muy grande, y en él hay sitio para todos. Disfrutemos de que se está llenando de los nuestros y no queramos quitar a unos para poner a otros

No entiendo por qué nos esforzamos en tener que elegir en vez de de disfrutar de los grandes futbolistas que hemos tenido y que tenemos. Ojalá en un futuro alguien desbanque a Villa, porque eso significará que seguimos triunfando y ganando, y que nuestro fútbol sigue creando jugadores magníficos y a cada cual mejor.


lunes, 4 de octubre de 2010

La esperanza blanca

Lo que ayer pudimos ver en el Santiago Bernabéu fue la demostración de lo que ocurre cuando por fin se deja de jugar de forma individual para hacerlo en EQUIPO.

El juego feo, aburrido, plano y sin ideas del Real Madrid se transformó en un juego vistoso y agradable para el espectador que hizo que la afición blanca sonriera de nuevo.

Cristiano Ronaldo, Higuain y Di Maria se olvidaron de sus individualismos para crear jugadas de elaboración en las que unidas a la magia de Özil, al trabajo de Khedira, a la precisión de Alonso y a la contundencia y seguridad de la defensa y de Casillas hicieron que los aficionados disfrutaran con su equipo como hacía tiempo que no lo conseguían.

Es cierto que el cabezazo de cristiano a los dos minutos sacó por completo del partido a un depor que no pasa por su mejor momento precisamente, pero a pesar de ello el juego desplegado por el equipo blanco rozó el sobresaliente haciendo aún más indefenso todavía al equipo gallego.

La ansiedad se transformó en ambición, y a pesar de la goleada, los ataques y el intento de nuevas jugadas y nuevos goles no cesaron en los 90 minutos, lo que provocó los aplausos de un Bernabéu que estaba necesitado de alegrías.

La hazaña de ayer ha servido para que la decepción que muchos sentían tanto con sus jugadores como con el equipo en general ahora se transforme en confianza, y para que esa paciencia casi agotada se renueve al haber recibido una gran inyección de moral.

En múltiples medios se preguntan si esta es la cara que el madridismo quiere ver, y la respuesta es obvia. Este es el Madrid que los aficionados esperaban y que desean, sin embargo, los madridistas estamos cautos. Sabemos que es posible que el juego gris y aburrido vuelva, y que es posible que lo ocurrido ayer fuera un espejismo, pero al menos ha servido para renovar una fe que parecía perdida. Ahora el madridista sabe que el Madrid con el que sueña es posible, y que con tiempo y trabajo pueden conseguirlo.