lunes, 14 de febrero de 2011

Hasta siempre Ronnie

Hoy es un día muy triste para todos aquellos que amamos el fútbol. Parece imposible que un deporte pueda llegar a mover una cantidad tan inmensa de sentimientos pero lo que provoca es increíble. Con el fútbol lloramos, reímos y sentimos, y sobretodo sentimos muy cerca a nuestros jugadores. No los conocemos, pero para nosotros forman parte de nuestras vidas. Los idolatramos, guardamos sus fotos, lo aclamamos, nos compramos sus camisetas y los defendemos por encima de todas las cosas. Hablamos de ellos cómo si realmente fueran parte de nuestra familia.

De los millones de jugadores de fútbol siempre para cada persona hay alguno especial, por alguna razón siempre alguno destaca por encima del resto, y luego hay otro selecto grupo al que adoran no sólo aquellos seguidores del equipo en el que juega, si no todas y cada una de las personas que viven este deporte.

Y sin duda ese es el caso de Ronaldo, el eterno 9. Hoy se ha despedido del fútbol para siempre, y es inevitable que la mayoría de los que le hemos visto en el campo sintamos una tristeza que nos invade al saber que ya nunca más podremos disfrutar con sus goles. Ronaldo era un jugador muy especial. Era la sonrisa del fútbol, esa que nunca ha perdido. Era ejemplo de sacrificio, porque aunque todos sabemos que no se cuidó todo lo que debiera, es uno de los pocos jugadores que con las lesiones tan graves que ha padecido ha sido capaz de volver y triunfar. Era alegría allá por dónde iba. Era regates imposibles, goles inimaginables. Su palmarés es envidiable, su potencia prácticamente inigualable. Cada vez que Ronaldo cogía un balón te levantaba del asiento, sabías que acabaría en el fondo de la red porque en su sangre lleva el gol. Adorado por todos, cómo el mismo ha dicho, ha dejado a lo largo de su carrera muchos amigos y ningún, o muy pocos enemigos.

“O fenómeno” será recordado por siempre por ser uno de los mejores delanteros de la historia, aunque para mí personalmente es el mejor de todos los tiempos.

Muchos se burlaron de su peso, hoy nos descubrió que en realidad tiene una enfermedad. En la rueda de prensa no ha podido evitar emocionarse, haciendo que los que a los que lo estábamos viendo se nos escaparan también las lágrimas. Durante un buen rato ha estado dando las gracias a diversas personas e instituciones, pero no Ronaldo. No eres tú el que tiene que dar las gracias, somos nosotros, los que hemos disfrutado de ti los que te las debemos. Así que entre palabras mudas sólo puedo decir gracias por todo lo que nos has regalado. Hoy has dejado el fútbol, pero nunca dejarás nuestros corazones. Hasta siempre ronnie, hasta siempre fenómeno.



domingo, 13 de febrero de 2011

De casta y orgullo

De casta y orgullo. Así fue el partido que realizó ayer un maravilloso sporting ante el todoterreno del F.C.B. Barcelona.

Tuvo que ser un pequeño equipo asturiano, humilde, y herido en su orgullo por el run run que se escuchaba en determinadas tertulias televisivas y en las calles que aseguraba que regalarían el partido y dejarían que el barça los aplastara, el que rompiera la racha histórica de 16 victorias consecutivas del equipo azulgrana.

Un equipo al que su afición los llevó en volandas a recoger un punto más que merecido viendo recompensado el trabajo que hicieron durante un partido eterno que duró más de 95 minutos.

El Sporting salió al campo sin complejos, plantando cara al líder indiscutible de esta liga y consiguiendo adelantarse en el minuto 16 en una acción fantástica de Barral en la que consiguió zafarse de piqué, mientras Milito que acompañaba la jugada se resbalaba y le dejaba vía libre para cruzar su disparo que acabó en el fondo de las mallas.

El planteamiento táctico de Preciado consiguió anular a un Barcelona que en la primera parte no estuvo nada fino. El equipo azulgrana parecía más cansado de lo habitual, errando pases que no son comunes en ellos y perdiendo balones en el centro del campo, lo que provocaba las contras del Sporting que pudieron causar algún susto más. También se notaron las ausencias. Puyol por lesión, al que se echó de menos en el centro de la zaga, y Abidal, Busquets y Pedrito por decisión técnica, dieron paso a un Milito impreciso, a un Mascherano que cortaba balones pero a la hora de repartir el juego dista bastante de Sergio Busquets, a un correcto Maxwell y a un perdido Afellay que no realiza la misma presión que el canario.

En el descanso Guardiola dio entraba a Pedrito por Affelay, y se vió una segunda mitad muy distinta. El derroche físico del Sporting se empezó a notar y el equipo azulgrana empezó a encontrarse asediando una y otra vez al equipo asturiano al que encerraron prácticamente en su área. No fue hasta el minuto 79 cuándo tras un pase en profundidad de Messi, Cuéllar que hizo un partido fantástico se quedó a media salida y David Villa una vez más ajustició a su ex equipo marcando un excepcional gol de vaselina que no celebró por respeto al club en el que militó tantos años y que tanto disfrutó con sus goles.

Finalmente con el pitido final se dio un resultado que futbolísticamente fue justo, ya que una parte fue para cada equipo, pero que moralmente se quedó un poco corto para el equipo gijonés que lo dio todo para conseguir un punto, qué cómo dice Preciado, les supo a gloria.