Cualquier premio que se dé en
cualquier ámbito de la vida a través de votos acarrea una discusión, pero hay
veces que la realidad sobre el merecimiento de algo es tan grande que aunque no
guste, es imposible no reconocerlo. Seguramente a no ser que gane el nuestro
nunca quedaremos contentos, pero eso no debería nublar el juicio (se supone).
No me gusta mucho el debate sobre
el balón de oro. Realmente es algo que me cansa, pero este año estoy un poco
sorprendida y quería expresar mi opinión.
A lo largo de su existencia
muchos años se han cometido injusticias, otros ha habido mucha competencia y ha
habido varios candidatos que cumplían con diferentes requisitos, a cada cuál
más increíble, y que lo ganara el que lo ganara era merecido.
Normalmente se
discute en el ámbito de títulos colectivos (con lo que no estoy muy de acuerdo
puesto que es un título individual), de goles (lo cual parece que reduce el
premio sólo a delanteros) e incluso he oído argumentar con las asistencias.
Debemos partir de la base de que
el balón de oro está mal estructurado porque valora al mejor del año (de enero
a diciembre, y además cortan las votaciones antes de que termine el periodo que
se valora) cuando en fútbol todo va por temporadas (de septiembre a junio, o
julio si hay competiciones de selecciones) y sería lo más adecuado, tal y como
hace el reciente premio al mejor jugador de Europa que se entrega en agosto,
pero como eso no se puede cambiar habrá que seguir analizándolo desde esa
perspectiva.
Por una vez desde hacía un tiempo
el candidato al balón de oro desde un punto de vista objetivo parecía estar claro.
En 2014 ha habido un jugador tan superior a nivel colectivo, individual, de
rendimiento y clave en los logros de su equipo que puede parecer una broma que
se dude sobre su merecimiento del ansiado premio, pero por desgracia no lo es.
Y sí, estoy hablando de Cristiano
Ronaldo. Podría intentar hablar del por qué creo que ha sido tan superior,pero
simplemente enumeraré todo lo que ha conseguido en este 2014 de ensueño para
él,(a fecha de 24 de noviembre) y dejaré
que vosotros mismos después saquéis vuestras propias conclusiones:
-A nivel de equipo empezó ganando
la Copa del Rey. Un poco después levantó la tan ansiada décima, y finalmente,
hasta el momento, acabó levantando la Supercopa de Europa. Y digo de momento
porque en diciembre afrontará el reto tan bonito del Mundialito de Clubes. Y
no, no fueron títulos en los que no participó, sino que en todos ellos fue una
figura clave.
-A nivel individual, después de
levantar el último balón de oro, todos estos son los reconocimientos y récords
que ha ido consiguiendo:
- Pichichi de la liga BBVA
- Bota de oro
- Máximo goleador de la Champions, con el hito de ser el jugador que más goles ha marcado en una sola edición, estableciendo la marca en 17 goles.
- MVP de la Supercopa de Europa
- Mejor jugador de Europa
- Trofeo Alfredo Di Stéfano
- Tres premios LFP: mejor delantero, mejor gol y mejor jugador.
- Mejor arranque goleador de la historia de la liga, nunca antes otro jugador había marcado la friolera de 20 goles en tan solo 12 jornadas)
Y por si esto fuera poco, ya que
algunos de estos premios incluían goles del año 2013, mi gran amigo de La Liga en Números me ha facilitado el número de goles que lleva Cristiano Ronaldo en
este año desde el 1 de enero hasta día de hoy, en el que es también el jugador
que más goles lleva marcados en 2014: 54 goles.
Su único lunar en este
maravilloso año estuvo en el mundial dónde una lesión no le dejó lucirse con su
selección, y a pesar de jugar con una clara cojera jugándose prácticamente su
futuro en el fútbol, fue su esperanza y el que hizo que llegara con opciones de
pasar a la siguiente fase hasta el último partido, ya que cuando todo parecía
perdido en el segundo partido, se inventó una asistencia que los hizo soñar
hasta el final.
No pretendo convencer a nadie de
nada, ni tampoco buscar un objetivismo que es muy difícil de lograr puesto que
todos somos seres subjetivos, pero lo que si pretendo es que cuando alguien
vaya a decir que Cristiano no merece este premio (en el sentido de que no reúne
requisitos para lograrlo) al menos, por unos segundos, sea capaz de reconocer
que méritos tiene. Y no son pocos.