lunes, 30 de agosto de 2010

Una aficionada decepcionada


Espero que me perdonéis, porque hoy para escribir esta entrada en cierto modo me voy a poner mi camiseta. Si en mi blog buscáis análisis totalmente profesionales, objetivos y abstractos de sentimientos, siento decepcionaros porque no es lo que a mí me gusta hacer.

A mí me gusta escribir mis sentimientos y pensamientos, vivir cada segundo de este deporte que nos une con pasión y entrega, y no abandonaré mi estilo para ser alguien o algo que no soy. Siempre intento ser objetiva, pero desde la subjetividad.

En el título hablo de decepción, y es que es así como me siento con mi equipo. Supongo que cuando diga que mi camiseta es de color blanco y que me gusta mucho el merengue muchos saldréis corriendo, y otros tantos os quedareis a leer lo que cuento por simple curiosidad.

Crecí con Raúl, con la 7ª y aquella pareja atacante que causaba sensación formada por Pedja y Davor, crecí con esas ligas en las que triunfábamos, crecí con la 8ª, con la 9ª, con la volea de Zidane. Crecí con la intercontinental, con la supercopa. Crecí viendo debutar a aquel niño que hoy consideran el mejor portero del mundo, pero que para mí siempre será ese niño con el pelo revuelto y cara de asustado. Crecí con un Madrid con identidad, un Madrid con unos valores, con casta, con lucha con entrega. Un Madrid que enamoraba, que me llenaba, que lo daba todo. Un Madrid triunfador que siempre daba la cara. Mi Madrid.

Desde hace unos años todo eso siento que está difuminado. Lo busco pero no lo encuentro. Nadamos a la deriva intentando no ahogarnos. A veces llegamos a la orilla como en 2007 o 2008 pero todos sabemos que no es lo que queremos.

La gente se confunde al intentar compararnos con otros equipos. Yo no quiero eso, no quiero ser una mala copia, lo único que deseo es que volvamos a ser nosotros.

No quiero que seamos un álbum de panini, ni tampoco que saquemos canteranos porque es la moda. No quiero que intentemos practicar el tiki-taka, porque nunca ha sido nuestro estilo y nunca lo será. Lo único que quiero es que recuperemos nuestra identidad.

Verano a verano todo empieza de nuevo. Reconozco que el año pasado me dejé engañar. Confieso que me ilusioné, que me creí el eslogan, el vuelve la ilusión. Reconozco que sentía algo que hacía años que no reconocía, pero poco a poco fueron llegando los batacazos, las decepciones, los golpes, las caídas. Otra vez de nuevo la historia se repetía.

Cambiamos de año, de temporada, de entrenador. Siempre empezamos de nuevo, siempre saliendo desde el cero. Nuevas caras, pero el mismo resultado.

Ayer de nuevo volvió esa sensación. La sensación de que así no vamos a ningún sitio. Es posible que a final de temporada, o dentro de unos meses todo haya cambiado, pero a día de hoy lo que veo no me gusta, lo que siento me desazona.

No quiero lanzar un mensaje pesimista, no quiero decir que no crea en este equipo, porque he de hacerlo y porque mi corazón me lo pide. Lo único que pido es algo muy simple:

Por favor Madrid búscate, encuéntrate. Por favor Madrid…VUELVE.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Un poco de todo

El título del post es de todo un poco porque hoy hay bastantes cosas de las que hablar.
Empezaré hablando de la ilusión rota del Sevilla. Ayer todos los ojos estaban puestos en el Sánchez Pizjuán. A las nueve menos cuarto teníamos una cita con la historia, tanto los sevillistas como el resto de españoles que apoyábamos al esquipo hispalense. Sonaba ese himno del arrebato antes de comenzar lo que acabó siendo una tortura y todos los corazones se encogían. Sin ninguna duda ese himno junto con el del Liverpool es el más emocionante del mundo. Con el pitido inicial comenzaba la aventura, la afición empujaba al equipo y el Sevilla parecía responder. Comenzó jugando mucho mejor que el rival, pero los errores defensivos estaban anunciando que un susto podía llegar, y así fue. En el minuto 31 un tiro lejano mal rechazado por Palop hizo que Matheus acabara perforando la red. Sin ninguna duda, el portero, que tantas veces había sido héroe, ayer no tenía su día. Todas las alarmas saltaron con ese gol, pero la esperanza no se perdía, la gesta aún era posible.
Tras irnos al descanso con esa desventaja todos confiábamos en la remontada, pero otro golpe llegó en el minuto 58 con un gol de Lima que hacía que las esperanzas sevillistas se empezaran a resquebrajar. En el 60 Luis Fabiano encendía de nuevo el espíritu de la remontada y en el 84 Navas empataba el partido. La cosa estaba difícil pero aún quedaba tiempo, sin embargo otros dos goles en el 85 y el 90 de Lima de nuevo destrozaba toda aspiración, pese a que Kanouté maquillaba un poco el marcador dejando el 3-4 final.
Esta semana ha sido trágica para la afición sevillista. La derrota en la vuelta de la supercopa y la eliminación en la previa de la champions será algo que seguramente traiga consecuencias. Todos los dedos apuntan a la sustitución de Álvarez y el nombre de Manzano resuena con fuerza.
A pesar de todo, como decía un gran titular de sportyou “los grandes equipos se miden por las veces que se levantan” y el Sevilla, sin duda alguna, logrará reponerse de este batacazo.
Mientras terminaba esa pesadilla a unos cuantos kilómetros el Real Madrid se vestía con sus mejores galas para presentar a la afición el nuevo equipo. Saltaban al terreno de juego primero los nuevos fichajes siendo el joven Canales y Pedro León los más ovacionados.
La afición madridista está dividida en dos grupos: los que tienen mucha fe e ilusión y los pesimistas. Me duele confesar que pertenezco al segundo grupo. Es cierto que todavía es muy precipitado sacar conclusiones y que Mourinho no nos enseña más que pruebas y más pruebas, pero cuando miras a tu equipo y te aburres algo malo está pasando.
A pesar de un comienzo ilusionante con los primeros 10-15 minutos, no tardaron en empezar los bostezos y esa ilusión empezó a difuminarse, solamente un destello de Di Maria en un gol antológico y el posible último gol de Van der Vaart con la camiseta blanca consiguieron que despertara del letargo. El gol del argentino reivindicándose y avisando de que ha venido para quedarse y para triunfar sirvió para empezar a ganarse el corazón de unos madridistas que cansados de los fracasos aún miran con recelo y sin fiarse a las novedades del equipo.
El gol de Van der vaart fue otro cantar…si le tuviéramos que poner música sin ninguna duda sería la de la despedida. Una celebración emotiva aplaudiendo al público y con una gran sonrisa delataban un más que posible adiós, aunque aún la afición tiene esa pequeña esperanza de que Rafa, acostumbrado a luchar contra las adversidades consiga resistir y quedarse.
De momento el futuro del Madrid es incierto. Dudas, muchas dudas me invaden cuando miro al equipo merengue, pero para sacar conclusiones habrá que esperar.
Muy diferente es la situación del barça, que tras haber ganado su primer título hace tan sólo unos días hoy se presentan ante su público en el trofeo Joan Gamper. La situación de los culés es muy diferente a la de los madridistas. Inmersos en el círculo de la victoria sobretodo desde hace un par de temporadas, de nuevo comienzan un nuevo año con la ilusión y la esperanza de seguir cosechando títulos. Con la única preocupación del caso Ibra y esperando algún nuevo refuerzo, el equipo azulgrana está viviendo uno de sus mejores momentos.
Hoy será un día especial, pues Ronaldinho vuelve de nuevo al Camp Nou. El mago brasileño que fue aplaudido por todo el mundo en aquellos años que dio a los azulgranas, incluso por la afición del máximo rival, será recibido de nuevo y aclamado como un auténtico héroe, ya que a pesar de que dejara escapar la magia que tenía en sus botas los culés no olvidan todo lo que el Gaucho les ha dado y cómo él marcó un antes y un después en el club.
Con este partido se termina la pretemporada y todos estaremos esperanzo el verdadero comienzo de la carrera por los títulos.
Dentro de muy poco por fin empezará la hora de la verdad… Show must go on!

lunes, 23 de agosto de 2010

Van der Vaart: El eterno nominado


Rafael Van der Vaart llegó al Real Madrid en 2008. Su fichaje coincidía con una lesión de su compatriota Wesley Sneijder. Se esperaba mucho del joven holandés, sin embargo su rendimiento en la primera temporada con la elástica blanca no fue tan bueno como se estimaba.

Grandes problemas personales (la enfermedad de su mujer y otros aspectos extradeportivos) hicieron que Rafa tuviera la cabeza en otra parte y no emitiera más que pequeños destellos de vez en cuando sin llegar a ofrecer su verdadero nivel.

El año pasado con la llegada de Florentino Pérez y la gran cantidad de incorporaciones que realizó el equipo merengue se puso en marcha la operación salida. La afición no tenía duda sobre quién debía ocupar una de esas plazas: todos los dedos apuntaban a Van der Vaart.

Día sí y día también salía en la prensa como el nominado, pero Rafa quería quedarse en Madrid y triunfar, quería dar y demostrar todo lo que hasta el momento no había conseguido. Y lo logró.

Que se quedara en el equipo fue algo inesperado, pero lo realmente sorprendente no fue que se quedara, sino que acabó la temporada como titular.

El pobre rendimiento de kaká y sus múltiples lesiones hicieron que Rafa se hiciera con un hueco en el 11 cada domingo. Con su trabajo conquistó el Bernabéu y con su presencia el equipo mejoraba considerablemente y le dotaba de una estabilidad que hacía que la máquina madridista carburara mejor y no se partiera en dos. “El artista” volvió a enamorar a un público que había pasado de pedir su marcha a pedir su titularidad. Su trabajo para el equipo, su lucha y esa casta que tanto agrada a la afición merengue junto con goles importantes como aquel que supuso la victoria por tres goles a dos en el Bernabéu ante el Sevilla, hicieron que por fin encontrara esa comunión con su afición que tanto había añorado.

Este verano de nuevo nos encontramos ante la operación salida y de nuevo Rafa está en las quinielas. Las nuevas incorporaciones del equipo, los fichajes de jugadores que juegan en su misma posición y que sea uno de los más cotizados hacen que esté de nuevo en el punto de mira. La prensa le señala sin piedad y una gran parte de los aficionados no ven con malos ojos su salida ya que opinan que su puesto está bien cubierto, pero ¿haría bien el Real Madrid en deshacerse del jugador tulipán?

Hay algo de lo que se olvidan los aficionados y es que si quieren optar a todos los títulos es necesaria una plantilla amplia y competitiva, y jugadores como Van der Vaart nunca sobran. Si el Real Madrid deja escapar a Rafa es posible que ocurra un nuevo caso Sneijder y le vean triunfar muy lejos del Bernabéu, con la diferencia de que Sneijder no llegó a demostrar su potencial en el equipo de la capital, mientras que Rafa es un jugador comprometido que ha dado al equipo muchas alegrías.

Son muchas las comparaciones entre estos dos jugadores los últimos días, sobretodo llama la atención que la última acción como madridista de Wesley fuera un gol de falta prácticamente calcado al que Rafa metió el otro día ante el Standard de Lieja y que tampoco celebró. Parece que el destino de estos dos futbolistas está condenado a coincidir de nuevo… ¿Se repetirá la historia?


viernes, 20 de agosto de 2010

El caso Mata

La renovación de Mata se está convirtiendo sin ninguna duda en uno de los culebrones del verano.

Mata llegó a Valencia con tan sólo 19 años procedente del Real Madrid en 2007. Su juventud contrarrestada por su gran calidad, trabajo y esfuerzo no le impidió convertirse en muy poco tiempo en uno de los jugadores más importantes de la plantilla.
Mata es feliz en Valencia. Se siente querido por la afición y es una pieza muy importante en el club ché, habiéndose convertido incluso en su principal buque insignia tras las salidas de Villa y Silva, sin embargo hay un asunto que está perturbando su tranquilidad: su renovación.
El club valencianista le prometió revisar su contrato para ajustar su ficha a lo que merece y para ampliar la duración del mismo al que sólo le restan 2 años (3 según la entidad), pero el tiempo pasa y lo único que recibe son evasivas.
En un principio el jugador entendió la postura del valencia, ya que no pasaban por una buena situación económica, pero el tiempo pasa y mientras ve cómo llegan nuevos jugadores él sigue esperando ese pequeño gesto que le reconozca su trabajo.
Aunque pueda parecerlo no es una mera cuestión económica, sino una cuestión de reconocimiento personal a un trabajo bien hecho. Mata es un chico humilde que no tiene ningún afán de protagonismo y que seguro que no se siente cómodo con esta situación, pero según pasan los días el malestar de su entorno va aumentando.
Llorente aplaza continuamente las negociaciones, a la vez que se niega a realizar una venta, pues Mata es pretendido por varios clubs como por ejemplo el F.C. Barcelona. Pide paciencia y dice que todo llegará a su debido momento, pero, ¿hasta cuándo aguantará Mata y su familia esta situación?
Nadie sabe cómo acabará este suceso, pero si Llorente sigue tratando así a Mata es posible que cuando quiera sentarse a negociar sea el jugador el que se niegue a firmar la renovación.
Espero que el Valencia reaccione y trate al campeón del mundo como merece, porque quizás cuando lo haga puede ser demasiado tarde y todos conocemos el refrán: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

jueves, 19 de agosto de 2010

Un nuevo camino

No recuerdo exactamente cómo empezó mi amor por el fútbol, pero por más que lo intento no encuentro un solo momento de mi vida en el que no lo tuviera presente.

“Siempre tienes que irle dando patadas a todo lo que te encuentras” me decía mi madre cuando íbamos por la calle porque, en cada piedra o cada botella de agua vacía yo veía un balón.

Quizás todo empezó por una serie de dibujos, seguro que os suena…se llamaba “campeones” Ahora lo pienso y no entiendo cómo me podía gustar tanto aquellos partidos interminables que duraban más de una semana, pero en aquella época todos los niños y niñas soñaban con parecerse a Oliver Aton. También puede ser que empezara por culpa de aquel chico de 17 años que terminó llevando el 7 a la espalda y que hace poco ha emprendido una nueva aventura en tierras alemanas.

No, no sé como empezó, pero lo que si sé es que en cada recreo yo no jugaba a saltar a la comba o a jugar a la goma,sino que me iba con los chicos y otras dos niñas que eran como yo a jugar al fútbol.

Lo que sé es que cada cumpleaños o cada noche de reyes no pedía una barbie, sino ese nuevo balón que había visto en cualquier tienda y que tanto me gustaba para poder jugar con mis primos y mis amigos.

Veranos, inviernos, primaveras y otoños siempre con el balón en los pies. Aún tengo alguna marca de viejas heridas de guerra….Recuerdo sobretodo una en la que me lanzaron un balón largo, lo controlé y regateé al chico que tenía delante, que era el último defensor. Fue tanta la rabia que le dio que le regateara que antes de que pudiera tirar a portería me empujó por detrás y me caí al duro suelo de cemento del patio del colegio. Las rodillas no paraban de sangrarme, y aún tengo la cicatriz. Supuestamente me empujó sin querer….o eso le dijo a los profesores que guardaban el patio…

La verdad es que ser chica y estar relacionada con el mundo del fútbol nunca ha sido fácil, y con el paso del tiempo he pasado de ser protagonista a ser espectadora y verlo por la televisión. Sigo goleando, pero ahora desde el salón.

No puedo dar una razón convincente sobre por qué el fúbtol es una de mis pasiones,pero sin esta afición mi vida se quedaría un poquito más vacía.

Hoy inicio una nueva andadura en este pequeño proyecto que para mí es más importante que un “simple blog”. Bienvenidos a este rincón en el que intentaré dar mi visión sobre la actualidad futbolística y aquellos temas que me llamen la atención.

No prometo ser objetiva, pero sí intentarlo. Poneros cómodos porque el viaje comienza aquí…¿Me acompañáis?