El Príncipe de Asturias de los Deportes

Hoy la Selección Española de Fútbol ha recibido el premio Príncipe de Asturias de los deportes. La sorpresa para mí ha sido el gran descontento que ha mostrado una parte de la sociedad.
Es cierto que hay mucha gente que se merece ese premio, sin ir más lejos una de las nominadas, Edurne Pasaban podía haberlo ganado sin ninguna duda, pero el jurado ha decidido que este año le tocaba a la selección.
Muchos dicen que es algo oportunista y populista, que este premio ha sido devaluado y que el nombramiento ha sido bastante injusto.
Siempre que se elige se comete una injusticia, hasta en lo más banal de nuestra vida diaria cometemos cientos de injusticias cada vez que tomamos una decisión. Nunca puede llover a gusto de todos, y siempre que alguien gana algo habrá otra persona que se haya quedado a las puertas y que quizás lo merecía tanto o más que el ganador, pero lo que no puedo entender es que se diga que no es algo merecido.
Puedo comprender que muchos opinen que quizás lo merecían otros, pero no que se diga que la selección española de fútbol no ha hecho méritos para lograrlo, y es que, disculparme, pero aparte de los méritos deportivos, de ser vigentes campeones de Europa y del MUNDO, de hacer un fútbol envidiable, de ser un grupo unido que destila humildad por los cuatro costados, de hacer soñar a los niños que algún día con esfuerzo y sacrificio ellos también pueden conseguirlo y de haber logrado algo único en nuestra historia como ese mundial de Sudáfrica han conseguido algo mucho más allá, y es que han devuelto la sonrisa a un país que pasaba por un mal momento.
Han conseguido algo único. Han logrado que un país entero se una. Han conseguido que se pongan de acuerdo gente de derechas y de izquierdas, que desaparezcan los colores de las camisetas para vestirse todos con la roja y que españolistas, barcelonistas, madridistas, atléticos, sevillistas, béticos, valencianistas y todas las aficiones se hermanen siendo una única. Han conseguido que nos abracemos y gritemos al unísono, que desaparezcan las fronteras que nos separan. Han conseguido que lloremos de alegría y de felicidad y que nuestros 46 millones de corazones latan a la vez. Han conseguido que nos quedáramos sin aire en aquel mano a mano de Robben, y que perdiéramos la voz con ese gol de iniesta dedicado a otro grande que nos dejó pero que siempre estará presente, al igual que puerta y otros tantos que se fueron. Han conseguido que esos abuelos que pensaban que nunca lo verían hoy presuman con su estrella encima del pecho, y que nosotros cumplamos el sueño de todos aquellos que no llegaron a tiempo y que les habría encantando vivirlo.
Han conseguido que hoy seamos un poco más felices y que al recordar aquel 11 de Julio siempre se nos escape una sonrisa inmensa, y eso, lo siento, pero en mi opinión no tiene precio.