Fue en enero de 2013 cuando el centrocampista llegó cedido
en el mercado invernal al Real Madrid Castilla. La noticia sorprendió en cierto
modo al resultar extraño el pequeño salto atrás del futbolista que después de haber
sido ya tres veces internacional absoluto con Brasil, de ser campeón del
Sudamericano sub 20 en 2011 y estar jugando en el Sao Paulo, cambiaba de aires
para jugar en un filial.
Ante el pequeño revuelo, su representante Joseph Lee
declaraba: “No es que vaya a jugar en el B, sino que va a hacer una
adaptación necesaria en el B para después ir al primer equipo, porque Casemiro
no es un jugador para un filial”
Tras una buena
campaña en el Castilla, en la que incluso Mourinho le hizo debutar con el primer
equipo, este verano, en 2013, el Real Madrid
ejercía la opción de compra que tenía sobre el jugador por 6 millones, incluso
antes de que el equipo tuviera entrenador, según Florentino Pérez porque no
podían esperar más al estar cerca el vencimiento de la posibilidad de la
operación.
Y tras este acto
vino la sorpresa: Casemiro fue el jugador revelación de la pretemporada del
conjunto blanco. Sorprendió a todos con su altísimo nivel, apareciendo incluso
comentarios en los que se decía que el Madrid había gastado el dinero en
Illarramendi cuando ya tenía a su jugador en casa. Fue el tercer jugador con
más minutos y no sólo destacó defensivamente sino que sorprendió por su gran
presencia en ataque marcando incluso 3 goles.
Sus partidos fueron
de exhibición en exhibición conquistando a prensa, aficionados, e incluso
parecía que al propio Ancelotti. Al principio había dudas sobre si formaría
parte de la plantilla o sería cedido, pero su estelar rendimiento no sólo le
coló entre los 23 de la plantilla sino que parecía que tendría un hueco en el
11 o al menos entre los jugadores habituales.
Y así fue durante
los primeros 3 partidos de liga en los que contó con minutos, pero de repente,
y sin aparente razón desapareció de las alineaciones y de las rotaciones,
siendo incluso en bastantes ocasiones uno de los descartes.
Ancelotti insiste en
que es muy joven y hay que cuidarle, pero ¿por qué una desaparición tan repentina
y radical? ¿Por qué no ha vuelto a disputar ni un minuto sin aparentemente
razones deportivas, ya que siempre que ha jugado ha cumplido con creces? ¿Es
cierto que simplemente es joven o hay alguna razón extradeportiva que no
conozcamos?
Lo cierto es que no
sabemos la respuesta, pero sin duda alguna es un misterio digno de Expediente
X.
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